Oruro, Orurito.
Aprovechando el viernes santo decidimos ir a Oruro a ver a las amigas de mis amigos Unai y Andrea. No sabía muy bien que esperar de Oruro, por lo que me habían contado parecía a una ciudad pequeña y sin mucho interés turístico (excepto durante el Corso que ese el carnaval que se convierte en una auténtica locura). Pero aunque mucha gente dice que es de las ciudades más feas de Bolivia, a mi me gustó mucho porque era muy diferente a lo que había visto en Cochabamba.
Cogimos el autobús por la mañana, sobre las 9. Nos costó algo caro porque era Semana Santa (y el día anterior no habíamos podido ir porque se habían agotado los billetes), creo que unos 40 bolivianos la ida y 70 la vuelta (algo así me suena). Que no suman mas de 15 euros o así. Era mi primera vez en la estación de autobuses, y no os podéis imaginar el lío que hay ahí dentro. Nada más entrar todas las compañías de flotas (como llaman a los buses) están gritando los destinos que ofrecen y te van persiguiendo preguntando "¿La Paz?" "Por 40 bolivianos, la Paz, la Paz". Y aunque les digas que no vas a la Paz, siguen preguntando. Pero si ya les dices que si que vas , tendrás a 4 trabajadores haciéndote ofertas, cogiéndote del brazo, intentando llevarte a su stand para que compres los billetes. Para mi era un verdadero agobio y un dolor de cabeza todos gritando a la vez; pero a la vez es algo diferente y curioso
Enseguida el paisaje me llamó la atención, la carretera de Cocha a Oruro apenas está asfaltada, no hay casi vegetación y poco a poco vas notando que subes de altura por el tamaño de las nubes. También en el trayecto ves pequeños pueblos como con 20 casitas en medio de la nada, con enormes anuncios de empresas de móviles como VIVA o ENTEL pintados en las casas. Y piensas, ¿De dónde saca esta gente comida si las ciudades más cercanas están como a 3 horas? Eso me llamó mucho la atención, tanta gente que vive en medio de la nada, lejos de la ciudad, de un hospital y en una carretera que deja mucho que desear.
Cuando llegamos a Oruro nos recogió el padre de una compañera de Andrea y Unai (viajamos con ella y su herman0 ya que ellos son de Oruro). Nos recogió en su ambulancia, fue muy gracioso porque tuvimos que sentarnos encima de la camilla. No era como una ambulancia de un hospital, sino como una furgoneta que había adaptado para llevar pacientes ya que el tenía una clínica. Nos llevaron hasta casa de Altea y Maite (que vivían en la organización para la que estaban haciendo las prácticas; la Defensoría Internacional de la Niñez). Era un edificio con dos plantas muy amplio, con una cocina para la organización y otra para ellas, una amplia sala para actividades, jardín, un comedor, un despacho y su cuarto con tres camas. Estábamos muy amplios. Ademas habían acogido a dos perritas que estaban un poco malitas de haber vivido en la calle.
Por la tarde fuimos a visitar el centro de Oruro y vimos una procesión de Semana Santa. Siempre es curioso ver fiestas en otros países, la verdad la procesión era parecida a la que podríamos ver en España (excepto que allí no hay capirotes).
Aunque por el día se estaba muy a gusto por la noche hacía un frío que te mueres. Nos fuimos a casa a ponernos más abrigo y estuvimos bebiendo y haciendo el tonto un rato. Nuestra idea era salir por ahí de fiesta pero claro ,era Viernes Santo , por lo que todo estaba cerrado. Después de dar muchas vueltas y no poder si quiera encontrar donde cenar encontramos un puesto de una cholita vendiendo tripas. Yo no las quise probar, así que aún me moría de hambre. Pero por suerte encontramos un puesto de pasteles y api. Era como el único lugar de todo Oruro en el que había comida y gente; la ciudad estaba en modo ciudad fantasma. No tengo ninguna foto de los pasteles y el api (pongo una de internet aunque no es exactamente igual que lo que comí yo), pero los pasteles son de las cosas más buenas que probé (igual también influye que me moría de hambre). Yendo hacía casa nos dimos la vuelta para pedir un segundo de lo buenos que estaban.
El sabor de los pasteles para mí es como si comieras masa de churros o buñuelos (ya que también llevan espolvoreado azúcar glass) y de repente te encuentras con algo salado que es el queso. La verdad no probé el api porque no me parecía que tenía buena pinta. Pero es una bebida de maíz morado, con azúcar, canela y se sirve caliente. No me gustan mucho las bebidas que tienen fruta o verdura calientes por eso me echó un poco atrás pero es muy popular en Bolivia.
Al día siguiente fuimos al desierto de Oruro. El problema es que nos equivocamos de trufi y nos perdimos un poco. Pero bueno vimos otra parte de Oruro. Debido a que era Semana Santa habían hecho con la arena figuras de diferentes escenas religiosas. Era muy impresionante el tamaño que tenían. Lo pasamos muy bien en el desierto y hacía una temperatura ideal.
Después del desierto fuimos al mercado a comer. Yo había comido unas empanadas que había comprado por la mañana por lo que no tenía hambre. Pero los demás fueron a probar el famoso "charque". Que es un plato con carne deshidratada de llama, choclo (que son maices grandes), papa, verdura, queso, huevo y acompañado con llajua (que es una salsa picante). Yo me tomé luego un jugo de maracuyá en el mercado(es el mejor zumo que he probado en mi vida, el sabor de la fruta es alucinante).
Por la noche nos quedamos fritos enseguida, sobre todo con el frío que hacía y que no había ni agua caliente ni calefacción. Al día siguiente (Domingo) fuimos a comer al centro. Yo me comí una hamburguesa con un jugo de leche y fresa (buenisisisimo). Y luego tuvimos la suerte de encontrarnos con una entrada del corso (de carnaval).
Luego fuimos a ver la Virgen del Socavón que es la patrona de Oruro. Hay que subir un poco a una colina, y he de decir que me dio un poco de mal de altura. Pero antes de subir a la Virgen es típico entre los niños y jóvenes tirarse por una rampa con un cartón como trineo. Yo estaba un poco cagada y me parecía un poco peligroso, pero al final me tiré y fue divertidísimo.
Y por último subimos a la colina desde donde puedes ver a la Virgen (no fuimos a la estatua porque había que coger teleférico y estaba un poco lejos). Y visitamos la Iglesia de la Virgen del Socavón.
Y bueno pues antes de irnos tomamos otro rico juguito y hasta aquí nuestra aventura en Oruro.
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